tigre

La historia

Tigre es un pueblo cercano a Buenos Aires, y el punto de acceso al cielo en la tierra: el Delta del Tigre.


En esta zona, los ríos Paraná y Uruguay se unen creando un área de miles de pequeñas islas de fangosas aguas cálidas y exuberante vegetación. Este ha sido el lugar elegido para nadar, navegar en kayak y conectarse con la naturaleza de los porteñes desde mediados del siglo XIX, cuando Sarmiento, un estadista, comenzó a promover la zona.


Las islas son el hogar de muchas casas de vacaciones, ¡pero también hay una población de isleños que viven vidas extremadamente diferentes a las de la ciudad!


Hoy el pueblo de Tigre cuenta con hermosos clubes de remo y museos de finales del siglo XIX, el único parque de diversiones del país y un mercado de artículos de mimbre y muebles.


Aún así, nada mejor que ir al puerto, tomar un taxi acuático o la colectiva y perderse en el laberinto de las islas.

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    Ir a las islas. Si vas a Tigre y no visitas las islas, ¡te perdiste la mejor parte de la experiencia!


    Puedes tomar un taxi acuático o una lancha colectiva para visitar retiros, Airbnbs, museos, restaurantes y clubes deportivos. Una vez en Tigre, puedes optar por relajarte comiendo un asado o tomar el camino activo y probar el windsurf u otros deportes acuáticos.


    En la ciudad de Tigre, asegúrese de dar un paseo por el Paseo Victorica hasta el Museo de Arte de Tigre, un edificio espectacular utilizado por las altas esferas de la sociedad argentina para sus bailes y juegos de azar a principios del siglo XX.



    ¿Te sientes cálido? Siempre puedes refrescarte y divertirte en Aquafan, el único parque acuático de la zona
Admira la belleza del Delta

Si Buenos Aires es todo ajetreo y bullicio, entonces Tigre es el lugar más cercano para que los lugareños se reconecten con la naturaleza y recuerden cómo es una vida tranquila.


En estos ríos encontrarás todo tipo de aves como tinamús, garzas, ibis, cigüeñas, colas de espina, chorlitos, cucos y semilleros.


La calidez de los ríos desde octubre y hasta abril invita a unirse a los dorados, pacúes y surubíes y nadar en los canales. Si el agua turbia es demasiado, siempre puedes deslizarte sobre el agua con un kayak o una canoa y explorar las partes deshabitadas de las islas.


No hay nada mejor que una cálida tarde de mates mientras el fuego del asado comienza a rugir, y dirigirse al muelle de su cabaña para tomar unos mates mientras escucha los pájaros y el sonido tranquilo del río que fluye.

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